Infinito dentro de lo finito
¿Qué creen que es lo que nos convierte en humanos? Muchos hablan
de nuestra capacidad de razonar. Yo no estoy tan segura de que así sea. Por lo
menos, no es lo primario. Creo que es nuestra capacidad de sentir amor. Sin importar
de qué tipo de amor estemos hablando. Sin ponerle etiquetas. Es un sentimiento
tan complejo que nos mueve, que nos expone, que nos motiva y nos condena. Sin embargo,
creo en su misterio y en su simplicidad.
Cuando alguien, o algo, se meten en nuestra vida, formando
parte de nuestra infinita capacidad de amar, se convierte en algo imposible de
negar. ¿Cómo me doy cuenta de que ese alguien se ganó mi cariño, mi amor, mi
afecto? Es aquella calidez que nos inunda, que nos cubre cada fibra de nuestro
cuerpo la que hace imposible negarlo. Se convierte en esa evidencia
irrefutable, lejos de cualquier falla. Y para que no la olvidemos, aparece cada
vez que aquel factor se posa frente a nuestros ojos. Ya sean los reales, o los
de nuestra memoria.
¿Cuántas veces supusimos que habíamos alcanzado nuestra
capacidad máxima de amor? ¿Cuántas veces es puesto a prueba? ¿Podemos alguna
vez olvidarlo? ¿Engañarlo? ¿Qué pasa cuando alguien se gana ese espacio? ¿Es
realmente capaz de perderlo alguna vez? Tal vez puede transformarse en algo
más, pero no creo en la posibilidad de perderlo. A pesar de mis cortos años de
vida recorridos, no puedo evitar sorprenderme cada vez que ese sentimiento
aparece nuevamente. La última vez que lo experimenté, no fue la excepción.
No puedo decir que haya sido inmediato, pero si efectivo. Hoy
forma parte de aquella lista inconsciente que asocio con aquella palabra. Y no
puedo evitar el egoísmo de que ese alguien sea consciente de ello por el simple
hecho de que lo quiero presente. De que añoro ese momento en que la delatora
calidez me abruma en su presencia. Sea cual sea la etiqueta que le corresponderá
al definirse, se convirtió en algo imposible de negar. Y tampoco quiero
alejarme de eso.
Muy bueno. Ese sentimiento, tan hermoso como horrible, esa dualidad es la que nos hace sentirnos vivos.
ResponderBorrar